29/1/11

''El deseo con el que la niña se orienta hacia el padre es quizá, originalmente, el de conseguir de él el pene que la madre le ha negado. Pero la situación femenina se constituye luego, cuando el deseo de tener un pene es relevado por el de tener un niño, sustituyéndose así el niño por el pene, conforme a la antigua equivalencia simbólica. No olvidamos que ya anteriormente, en la época fálica imperturbada, la niña deseó también tener un niño: tal era el sentido de sus juegos con las muñecas. Pero este juego no era, en realidad, la manifestación de su feminidad; favorecía la identificación con la madre con la intención de sustituir la pasividad por la actividad. La niña jugaba a ser la madre, y la muñeca era ella misma; de este modo podía hacer con la muñeca lo que la madre solía hacer con ella. Sólo al despertar el deseo de tener un pene es cuando la muñeca se convierte en un hijo habido del padre y pasa a ser, en adelante, el fin optativo femenino más intenso. La felicidad es grande cuando el deseo infantil de tener un hijo encuentra más tarde su satisfacción real, sobre todo cuando el hijo es un niño que trae consigo el anhelado pene. En el deseo de tener un hijo del padre, el acento recae, con frecuencia, totalmente sobre el primero de sus elementos, quedando sin relieve alguno el segundo. El viejo deseo masculino de la posesión de un pene se transparenta así todavía más a través de la más acabada feminidad. Pero quizá debiéramos reconocer tal deseo del pene como 'par excellence' femenino.''

Freud

SI PORQUE VOLVED A TOMAR NOTA CHICAS

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