8/2/10

Creo que les caigo mal a mis vecinos. Cada vez que me encuentro con alguno por la calle no me saluda. Giran la cara fingiendo no haberme visto. Tampoco son muy hospitalarios cuando coincido con ellos en el edificio. Rara vez se dirigen a mi para preguntarme a qué piso voy, no se despiden al salir del ascensor, ni siquiera me miran a la cara. No me abren la puerta del portal cuando están dentro y me ven sacando las llaves para entrar. Malditos hijos de puta. Saben de sobra quién soy y en cambio es como si fuese un extraño del que no se pudieran fiar. ¿Alguna vez habrán hablado de mí entre ellos?. Supongo que sí, supongo que habrán hablado de lo incómoda que resulta mi presencia. No lo entiendo la verdad. No es culpa mía. Son unos hijos de puta.
Después está esa extraña sensación que me invade cada vez que me dispongo a salir del ascensor y pienso que nada más correrse las puertas un perro saltará sobre mi entrepierna...

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