24/11/09


Me ha dejado colgado del pomo de la puerta, por así decirlo... Guardaba una ilusión en la mano izquierda y los huesos rotos en la derecha; cuando me despojé de lo que portaba y volvieron a estar vacías, sirvieron para abrir la caja de la felicidad y proporcionarme mis jardines del Edén particular, pero sin los pies en la tierra... Tan sólo era un modo de huír de la serpiente que cada noche se enroscaba por mi cuerpo tras cada suspiro.

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